La casa de los espejos

Cuenta la leyenda que en aquella casa vivía un importante almirante junto a su esposa y su hija. 

          
El almirante, quien presumía la belleza de su hija, le traía un nuevo espejo cada vez que volvía de uno de sus viajes a tierras americanas.

              
Con el paso de los años la casa fue llenándose de espejos en los cuales la hermosa chica podía mirarse una y otra vez provocando que la madre se invadiera de celos y resentimiento hacia su propia hija… Ese odio, crecía con el paso del tiempo hasta llevar a la madre a cometer un crimen espantoso.

        
En uno de aquellos viajes de su esposo la mujer del almirante aprovechó para poner veneno en una bebida y así acabar de una vez y para siempre con aquella hija.

       
Cuando el padre de la joven regresó, se deshizo en llanto al saber que su amada hija había muerto y mientras lloraba desconsoladamente en la habitación de su hija, en uno de los espejos apareció un mensaje enviado como desde el más allá, era la escena de lo que realmente sucedió y pudo ver como su esposa ponía matarratas en la comida, un veneno que deterioró a su hija hasta que finalmente murió tras una larga agonía.

        
Atónito y lleno de ira ante la amarga verdad, el almirante obligó a su esposa a confesar el crimen.

          

Ahora las personas se adentran en el viejo caserón y aseguraban que en la planta superior de la vivienda se pueden escuchar llantos y lamentos de niña y en el silencio de la noche el sonido parecía rebotar de forma extraña en los espejos.

            
Lo más escalofriante es el relato de aquellos que osaron romper uno de los espejos, según cuentan en los fragmentos de estos no se reflejaba su rostro, como si el trozo de espejo se negara a devolver su imagen, en su lugar y si uno era tan imprudente como para mirarlo fijamente aparecería la niña muerta reflejada, asomando lentamente su cara con una expresión de ira.

                 

Actualmente la casa ha sido restaurada, sus paredes se han pintado de verde y en su entrada se ha colgado un cartel que dice: “Alameda Apodaca S.L. Venta de Viviendas de Lujo” no obstante,  toda esa fachada es una máscara vacía que no engaña a nadie.

FUENTE: http://www.azteca.com/notas/extranormal/145660/la-casa-de-los-espejos