El misterioso "Caballero negro"
Uno de los casos más misteriosos que han tenido gran seguimiento en Internet y en el mundo de las ciencias astronómicas es el llamado Caballero Negro, un satélite que al parecer orbita alrededor de nuestro planeta cada 15 o 20 años y que no ha sido reconocido como terrestre por ninguna fuente, lo cual nos hace preguntarnos si su origen no será extraterrestre.
Todo comienza en 1927, cuando unosradioaficionados noruegos recibentransmisiones muy raras, ecos que llegaban con retraso pero manteniendo la misma intensidad. Esto todavía no tiene una explicación, pues si una onda viaja a través de la Tierra, con seguridad debe perder potencia en su camino.
En 1954 al satélite ruso Sputnik llegan el mismo tipo de señales. Sobre ellas se pensó que eran emitidas desde algún artefacto desconocido. Pero ya en 1960, los norteamericanos detectan un objeto en órbita polar, movimiento aún no alcanzado por ninguna nave terrestre, y de un gran tamaño.
Unos años más tarde al astrónomo Gordon Cooper se le asignó la misión de orbitar la Tierra 22 veces. Comenzaba a dar su última vuelta cuando, de pronto, informa que ha detectado una luz verde cerca de su nave; sin embargo, al regresar se le prohibió dar declaraciones a los medios y se informó que este había sufrido de alucinaciones a causa de una fuga de dióxido de carbono.
Por su parte, el astrónomo escocés Duncan Lunan se centró en estudiar el fenómeno del Caballero Negro. Sus resultados arrojaron una gráfica de puntos, cuya traducción, según el científico, nos habla de una civilización extraterrestre ubicada en la sexta estrella de un sistema binario llamado Epsilon Bostes. Al parecer, estos tienen una sonda orbitando la Luna para actualizar la posición de nuestro sistema.
Esta explicación es polémica, los científicos han sido reacios a aceptarla, otros la consideran muy razonable. En cualquier caso, la existencia del satélite extraterrestre llamado Caballero Negro continúa siendo todo un misterio para el mundo de la astronomía, un fenómeno extraordinario que la ciencia moderna está obligada a resolver.
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