OVNI EN ZAFRA




La noche del 14 de noviembre de 1968, un zafrense Manuel Trejo fue sorprendido en mitad de la carretera por un ser extraño. Cuando estaba circulando con su viejo Citroen por la carretera que conduce de Burguillos del Cerro a Zafra, eran las 22:50 h. de la noche aproximadamente. La vía se encontraba desierta, en su escasa visión solo podía observar las línias blancas discontinuas de la carretera y una espesa niebla mezclada con una fina lluvia. Había ido a Burguillos para comprar sacos de picón que guardo en la baca del coche.

En cierto momento comenzó a notar como el coche perdía fuerza, la velocidad disminuía y avanzaba dando tirones, las luces empezaron a parpadear perdiendo intensidad. Manuel, atónito continuó como pudo hasta que al llegar a una curva, divisó a unos 300 metros en e arcén derecho una silueta, en un principio pensó que se trataría de un agente de la Guardia Civil, pero al girar, las luces del coche lo enfocaron y Manuel pudo comprobar que no se trataba de ningún miembro de la benemérita, si no de un extraño ser vestido de negro.

Era un humanoide de un metro ochenta aproximadamente, vestía una especie de mono ceñido de color negro, tenía unas manos muy grandes, en las que parecía llevar unos guantes oscuros, se distinguían perfectamente sus dedos. Los brazos se encontraban pegados al cuerpo y las piernas las tenía juntas, parecía calzar unas botas negras. Los rasgos de la cara no pudo verlos pues se encontraba en la penumbra, lo que si pudo distinguir fue su pelo muy largo y lacio.

Manuel comenzó a pasar por delante de el con su vehículo lentamente, el humanoide se encontraba inmóvil en el arcén, observando a Manuel. Cuando se encontró a su altura el mono que vestía comenzó a destellar reflejos luminosos de varias tonalidades que alumbraban toda la calzada. En aquel momento este misteriosos ser comenzó a aproximarse al vehículo, Manuel pisó el acelerador y esta vez el coche si que respondió y se pudo alejar de ese extraño ser. Muerto de curiosidad y miedo, se detuvo unos metros más adelante y mirando por el espejo retrovisor no vio más que oscuridad, este ser había desaparecido.

Dos días más tarde, Manuel volvía a casa por la misma carretera desde Burguillos del Cerro, a escasos kilómetros de Zafra divisó al frente una potente luz en el cielo, en principio pensó que podría tratarse de algún helicóptero de la Guardia Civil, pero esa luz comenzó a perder altura y a acercarse al coche de Manuel, manteniendose siempre a la misma distancia.

Al acercarse pudo apreciar la forma de ese misterioso objeto volador, tenía la apariencia de un limón partido por la mitad y mediria unos 6 metros de diámetro. Emitía una intensa luz blanca y de él salían una especie de toberas (como si fueran tubos de escape) que arrojaban fuego.

La luz le estuvo precediendo unos minutos, hasta que a Manuel se le ocurrió darle luces con el coche, en ese momento se escucho un fuerte silbido y levantando el vuelo desapareció a gran velocidad. Vio como el objeto se ocultaba entre la oscuridad de la noche.



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