LA HISTORIA DEL MATRIMONIO WARREN
Ed y Lorraine Warren, durante
cincuenta años, se han dedicado a investigar fenómenos paranormales. Ed Warren
fue un notable demonólogo, autor y escritor,
su mujer Lorraine es clarividente y médium que le ayudaba en las
investigaciones. Las autoridades religiosas confiaban en ellos para controlar
algunos de los casos más profanos de los fenómenos diabólicos en el país.
Algunos de estos casos eran posesiones, personas atacadas físicamente,
manifestaciones demoniacas, violación del entorno físico o espíritus que
destrozaban violentamente el hogar de las víctimas. Ed y Lorraine Warren han
dedicado sus vidas a ayudar e investigar esta clase de fenómenos. También
compartían su sabiduría y experiencias, que fueron adquiriendo durante estos
años por los miles de trabajos de campo que investigaron.
Ed Warren creció en una casa
encantada, donde vivió fenómenos paranormales, que comenzaron cuando tenía tan
solo cinco años. Comentaba, que su padre, que era policía, le solía decir: “Ed,
hay una razón lógica para todo lo que sucede en esta casa”, pero nunca supo
explicarle cuál era esa razón lógica. Ed
Warren recordaba que una noche en la que
toda su familia dormía, cerca de las dos o tres de la madrugada, escuchó como se abría la puerta de su
armario. Al principio veía solo la oscuridad del interior del armario, pero
luego comenzó a ver una luz que se fue transformando en una bola del tamaño de un
balón de baloncesto. De repente, vio una cara en la misma bola, era el rostro
de una anciana que le observaba con una mirada no muy agradable. Comenzó a oir
pasos y una respiración pesada, entonces sintió mucho frío, estaba helado.
Comenzó a recordar las palabras de su padre: “Ed hay una razón lógica para
todo”, y mientras pensaba aquello se dirigió a la habitación de sus padres y
durmió aquella noche con ellos.
A los 16 años, trabajó como
acomodador en el teatro de Bridegport Connecticut, donde conoció a Lorraine.
Lorraine y su madre solían ir al teatro los miércoles por la noche. Un día comenzaron
a hablar y se hicieron amigos. Un día Ed fue a la casa de Lorraine y ella le
preguntó por una fecha. Y así fue como comenzó todo.
Lorraine Warren, comenzó a darse
cuenta de su don a los siete años, estuvo en una escuela privada católica de
solo chicas. Ella explica que comenzó a ver luces alrededor de las personas, no
sabía lo que eran, entonces le dijo a una de las monjas de su escuela: “Tus
luces son más brillantes que las de la madre superiora”, la monja le contestó
sorprendida: “¿Qué luces?”. Aquella pregunta le costó el castigo de ir por
penitencia a rezar. Lorraine ignoraba el motivo de porque veía aquellas luces,
no sabía que eran las auras de las personas. Las auras proyectan como son realmente,
quiere decir que muestran quienes son en verdad. Explica también que las ve a veces en las
mascotas y es realmente hermoso. Pero para Lorraine ir a investigar casas en
las que están ocurriendo fenómenos sobrenaturales, es útil tener ese don,
porque puede ver y darse cuenta de lo que está sucediendo en ese momento. Ella
desconoce el motivo de porque tiene ese don, ya que no cree que sea
hereditario, porque nadie de su familia lo tiene. Ocultó su don durante muchos
años, sabía perfectamente que nadie de su familia lo hubiese entendido, por lo
que fue muy duro para ella. Pero aquel silencio se rompió al conocer a su
marido, Ed Warren, un hombre distinguido. Ella explica que fue el único chico
con el que había salido, al principio no la entendía, así que optó por guardar
su don durante más tiempo. Un día decidió ir a un testeo de aura, con el doctor
Thelma Moss y el doctor Johnson, que la pusieron a prueba metiéndola en una
especie de cabina, el resultado fue increíble, estaba por encima del promedio.
Realmente a ella no le importó aquella valoración sobre sus capacidades
sensitivas, sabía quién era y no necesitaba probarse a sí misma, pero aquello
le hizo sentirse más seguro y creer más en ella misma. Aquello hizo que
Lorraine Warren se lanzará a ayudar a esas personas que tenían problemas con
esos fenómenos paranormales que no les dejaban vivir con normalidad. Recuerda
el primer contacto que tuvo con la familia Perron, para ella fue terrible, veía
la tristeza marcada en las caras de aquellos seis niños pequeños y su madre. El
padre tenía su trabajo en Nueva York y la familia estaba en Rhode Island.
Recuerda una experiencia en aquella casa de la familia Perron, mientras su
marido estaba con el profesor investigando sobre lo que estaba pasando, ella
los acompañó al sótano, porque quería experimentar con sus propios ojos lo que
estaba ocurriendo, mientras su marido hablaba con el profesor, ella decidió
subir las escaleras. Mientras caminaba por aquellos escalones que chirriaban a
su paso, subió al segundo piso y vio una habitación que solo tenía una ventana,
en una de las esquinas vio algo desagradable que la miraba, se asustó y dijo:
“En el nombre de Jesucristo vuelve de donde viniste”.
Los Warren no tenían ningún
interés personal en hacer este trabajo, su trabajo consistía en ayudar y era
más bien religioso, porque en realidad era la única manera para poder
enfrentarse a esas fuerzas oscuras, que son entidades religiosas que existían
para oponerse a Dios. Para los Warren esas entidades contra las que luchaban, son
fuerzas diabólicas, eternas y que existen en la actualidad, “El diablo existe,
Dios existe. Para nosotros, como personas, nuestro destino gira en torno al que
escogimos vivir”.
Hacían un buen equipo, porque Ed
Warren necesitaba de una clarividente para poder trabajar e investigar en una
casa, su mujer era sus ojos y oídos, ella los veía y podía contactar con las
entidades. Estaban seguros de que Dios los había unidos por alguna razón, y
sabían que su destino era ayudar a personas que eran atacadas por entidades
demoniacas. Ed, comprendía que él solo
no podría enfrentarse a ellos, podía entrar en una casa y entrevistar a los
testigos y por su instinto o experiencia podría confirmar que algo ocurría
allí, pero con una persona que tiene el don de la clarividencia o es médium es
distinto, porque los espíritus se sienten atraídos por ellos y por la luz que desprenden.
El amor y la fe les unió para
combatir juntos al diablo y luchar contra el mal. Hasta que Ed Warren dejo este
mundo el 23 de agosto de 2006.
En la actualidad, Lorraine Warren
tiene 89 años y hace un tiempo decidió retirarse y dejar de investigar en
lugares con actividad demoniaca. Ya no está disponible para hacer
presentaciones o conferencias, ahora su yerno, Tony Spera, que estuvo
trabajando con ellos, se encarga de hacer su trabajo y se ofrece a ayudar a
familias con problemas asociados con la actividad paranormal.
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